El coche eléctrico constituye una de las esperanzas de la revolución tecnológica que ha de llevar al mercado del automóvil a la consolidación de unos mayores criterios de sostenibilidad.
Sin embargo, es evidente que, pese a que las autoridades políticas, como las de la Unión Europea, están poniendo de su parte para favorecer el desarrollo de la electromovilidad, esta no acaba de ganar la cuota de mercado que se espera de ella.
Por lo tanto, los esfuerzos por reducir la huella de carbono en el mundo de la automoción chocan con la lenta normalización de los coches eléctricos en las carreteras. Numerosos observadores se preguntan a qué se debe que estas expectativas no se estén cumpliendo.
A continuación, se desgrana un factor que está repercutiendo en las dificultades de expansión de estos vehículos.
La batería de los coches eléctricos como fuente de complejidad
Efectivamente, este elemento, que sirve para posibilitar el funcionamiento de los automóviles eléctricos, se está convirtiendo también en uno de sus problemas más significativos. De la misma manera que resulta imprescindible para poner en marcha esta tecnología tan provechosa para la naturaleza, destacan las dificultades que la industria del coche eléctrico está encontrando para fabricar baterías.
Hoy en día, la batería de los coches eléctricos tiene una duración bastante limitada. Además, los fabricantes no están generando suficientes provisiones de estos aparatos de iones de litio. Hay que recordar que, de la misma forma que su uso repercute en una menor dependencia de los combustibles fósiles, las extracciones de litio y tierras raras también provocan otros inconvenientes ecológicos, aunque no tan perjudiciales.
LG Chem, uno de los líderes proveedores de baterías y partner de Renault y Volkswagen, llegará a abastecer a 300 000 vehículos en 2021, lo que muestra que todavía se está lejos de cubrir cuotas de mercado realmente significativas. Por otro lado, hay firmas que han apostado por no externalizar la fabricación de estas baterías y han preferido encargarse ellas mismas de su elaboración.
En este aspecto, cabe destacar que China es el país que produce una mayor cantidad de estos productos y está previsto que sus plantas de fabricación incrementen la oferta. Lo mismo, aunque a menor escala, puede señalarse respecto a la Unión Europea. No obstante, este crecimiento aún es insuficiente para hacer frente a las necesidades de coches eléctricos que se esperan para la siguiente década.
Las novedades en la industria del coche eléctrico
Por último, vale la pena remarcar que Tesla, junto a la Universidad de Dalhousie, tiene un proyecto entre manos que va a desembocar en la que ya empieza a conocerse popularmente como la batería del millón de kilómetros.
Esto significa que su esperanza de vida se doblaría respecto a los anteriores modelos de esta firma. Incluso se piensa que podrá ser utilizada también por los distintos vehículos comerciales o diseñados para realizar transportes de mercancías.
En definitiva, el coche eléctrico está teniendo una evolución repleta de altibajos debido, entre otras cosas, a que la producción de baterías no está en condiciones de satisfacer la creciente demanda. Para conocer más acerca de este y otros temas, lo más adecuado es visitar la web www.socialfuturo.com.