El protocolo Http/3 supone una revolución en Internet, ya que la evolución tecnológica ha permitido llevar a cabo proyectos de diferentes características. Este sistema permite un rápido uso de los datos de la red gracias a un cambio que se ha producido en la manera en la que estos se conectan y se comunican entre sí. Por esta razón, es posible conseguir cargas más rápidas sin que cambie la apariencia de la navegación.
¿Qué es Http/3?
Este protocolo de transferencia de hipertexto es un sistema de intercambio de información de red que se usa en todo el mundo. A lo largo de 15 años ha sufrido varios cambios, y ahora es el momento de que se disfrute el paso 3, que conlleva muchas novedades y mejoras en el uso de Internet. La principal de estas novedades es la rapidez que va a ofrecer gracias al papel de grandes compañías que han promovido su desarrollo y mejora.
Entre otras empresas, ha sido Google la que ha formado parte de la pieza clave que ha posibilitado la velocidad de recepción y envío de información en la red. Gracias al uso de una sola conexión TCP, lo que se conoce como pipelining o multiplexing (intercambio de datos) ha sufrido enormes mejorías. Esto ha llevado a un mejor servicio para todos los usuarios, que se van a beneficiar también de su mayor seguridad respecto a los protocolos anteriores.
¿Para qué sirve este protocolo de Internet?
En general, los protocolos cibernéticos sirven para aportar más seguridad en la navegación. Desde luego, todo el trabajo realizado para la creación de este nuevo protocolo ha favorecido una conexión mucho más segura que, además, es más rápida y eficaz. Al reducir la velocidad de reporte de información, la mejora también se percibe en el desarrollo y uso de diferentes servicios, como todos los asociados a Google (YouTube, Gmail, Chrome…).
De hecho, su evolución viene usándose desde el año 2017, cuando se comenzó a utilizar en los navegadores. Desde entonces, al usar el sistema de QUIC (un protocolo sin conexión que afecta a canales diferentes que no están limitados por TCP), la información se traspasa en menos de un segundo. Mientras, usando TCP y TLS podía alcanzar los 200 o 300 ms. A nivel del usuario, está claro que todos los beneficios que suponen un ahorro de tiempo son bien recibidos.
En resumidas cuentas, para que la nube que es Internet funcione, son necesarios protocolos de seguridad que filtren y permitan que esa información se mueva. Para ello, desde el documento que se desea consultar hasta nuestro servidor, hay que atravesar esa nube que, cuanto más ligera y rápida, antes proporcionará la información.
Todo lo que se necesite saber de protocolo se encuentra en Internet, pero siempre se puede solicitar ampliar información con asesoramiento de profesionales. Debe tenerse en cuenta, en definitiva, que los protocolos de Http/3 representan un paso más allá del desarrollo actual del sistema de navegación por red. Por lo tanto, se debe mantener un compromiso de retroalimentación sobre la evolución tecnológica que se sufra en el sector, con todas sus plataformas y todos los logros y prospectivas tecnológicas.