Kaspersky Lab es una de las compañías de ciberseguridad más conocidas y con mejor reputación de todo el mundo. En 2017 comenzaron a salir diversos artículos advirtiendo sobre todo tipo de prácticas maliciosas de los productos de Kaspersky sin aportar pruebas o estar respaldadas por ninguna fuente o autoridad oficial.
La comisión Europea respalda a Kaspersky Lab
Hace unos días hemos sabido que la comisión Europea respalda a la compañía, indicando que no existen pruebas de peligro alguno asociado al antivirus de Kaspersky.
Según ha publicado Kaspersky Lab en un comunicado:
El pasado 16 de abril de 2019, la comisaría de la UE para la Economía y la Sociedad Digitales, Mariya Gabriel, respondió públicamente a la petición realizada por el eurodiputado Gerolf Annemans sobre la Resolución del Parlamento Europeo adoptada el 13 de junio de 2018 en la que, entre otras cosas, se calificó a los productos de Kaspersky Lab como ‘maliciosos’. La respuesta de la Comisión Europea ha sido categórica: «La Comisión no dispone de ninguna prueba sobre los posibles problemas relacionados con el uso de los productos de Kaspersky Lab». 16 de abril de 2019.
Fuente: https://go.kaspersky.com/index.php/email/emailWebview
Acusaciones Falsas a Kaspersky Lab
Entre las muchas acusaciones realizadas sobre la compañía y que se han demostrado falsas, podemos citar algunos ejemplos:
- Puedes buscar equipos de otros usuarios y acceder a sus ficheros utilizando productos de Kaspersky: La recolección y análisis de ficheros sospechosos hacía la nube para acumular información de cara a mejorar la futura detección de malware es una función intrínseca en otros antivirus comerciales que conocemos hoy. No significa que pueda usarse como herramienta de acceso remoto.
- Todas las empresas Rusas incluida Kaspersky están bajo el control del FSB o Servicio federal de seguridad, sucesora de la antigua KGB soviética: No se ha publicado a día de hoy absolutamente ninguna prueba de que Kaspersky esté bajo el control de la FSB y además la compañía ha publicado información sobre varias ciberamenazas de procedencia rusa y vinculado a agencias de inteligencia rusas.
- Kasperksy no investiga amenazas procedentes de fuentes de habla rusa: Kaspersky Lab ha publicado decenas de informes sobre amenazas procedentes de fuentes rusas y es posiblemente la empresa de seguridad que más activa haya estado en este sentido, desvelando información sobre famosos ciberataques como «Red October» y otras campañas similares.
- Kaspersky trabaja para el gobierno Ruso dado que participa en investigaciones con fuerzas del orden Rusas: Todas las empresas de ciberseguridad participan en investigaciones con fuerzas del orden de su país por lo que esta conclusión parece un absurdo argumento ad logicam.
La nueva arma política en forma de acusaciones de cibercrimen
Todas estas acusaciones y muchas otras han inundado los medios de comunicación durante 2 años y han tenido respuesta siempre no solo por parte no solo de Kaspersky, sino de otras compañías de seguridad y la propia comunidad de usuarios. Kaspersky ha sido acusada durante una década de fabricar «malware falso». Pero curiosamente, todo este ruido ha llegado ahora con la administración norteamericana de Donald Trump. La firma de seguridad informática fue vetada en 2017 por el presidente americano por sospechas de ciberespionaje del gobierno Ruso sobre los Estados Unidos, que podían poner en peligro la propia ciberseguridad de la Casa Blanca. El propio Trump había sido acusado de conspirar con agentes rusos 1 año antes para influenciar a favor de la candidatura republicana durante la campaña electoral de los Estados Unidos. Por tanto, es fácil imaginar que esta maniobra trató en su momento de limpiar el nombre de Trump de toda sospecha en este sentido.
La administración de Donald Trump se encuentra en plena campaña por intentar aparentar favorecer los intereses de compañías nacionales, como hemos podido ver con el caso Huawei. El Gobierno norteamericano tiene el punto de mira enfocado en empresas de oriente medio al que se les pueda etiquetar fácilmente como cibercriminales o cómplices de manera que parezca plausible de cara a los ciudadanos occidentales. Mientras tanto, de lo que sí tenemos pruebas son de los abusos cometidos por empresas norteamericanas que ya han tenido que responder antes las autoridades, como ha sido el caso de Facebook con el caso Cambridge Analytica.
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