En el último giro de eventos en la larga saga de la adquisición de Activision-Blizzard por parte de Microsoft, una decisión judicial en los EE.UU. ha dado un gran impulso a la posible conclusión de la negociación el próximo lunes 17 o martes 18 de julio (según rumores).
Microsoft, la gigante tecnológica, está un paso más cerca de llevar a cabo la mayor fusión en la historia de la industria del videojuego con Activision-Blizzard, creador de Call of Duty. Tras el fallo judicial, las acciones de Activision experimentaron un aumento del 10%, evidenciando el optimismo de los inversores.
Los reguladores estadounidenses habían argumentado que el acuerdo, valorado en $69 mil millones, perjudicaría a los jugadores y reduciría la competencia al otorgar a Microsoft el poder de negar el acceso a los juegos de Activision a sus competidores. Sin embargo, la jueza Jacqueline Scott Corley rechazó estas afirmaciones.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, expresó su gratitud por la decisión y anunció que la compañía dirigirá su atención hacia el Reino Unido, donde la adquisición aún está en proceso de apelación.
Activision-Blizzard, responsable de títulos populares como Call of Duty, World of Warcraft, Diablo y Overwatch, también es dueño de King, el desarrollador de juegos móviles conocido por Candy Crush.
El principal argumento de los reguladores giró en torno al destino de la franquicia Call of Duty. A pesar de las preocupaciones, Microsoft aseguró que ha ofrecido un acuerdo de licencia de 10 años a Sony para el juego y argumentó que no sería rentable limitar el acceso a una base de usuarios tan masiva.
Aunque la decisión en los EE.UU. es un indicativo positivo para la compra por parte de Microsoft, el proceso no ha concluido totalmente, ya que la Comisión Federal de Comercio puede apelar la decisión. Sin embargo, este fallo podría marcar el comienzo del fin de una odisea de 18 meses y significar un gran avance para Microsoft en su competencia con líderes de mercado como PlayStation y Nintendo.