El 29 de enero de 1886, Karl Benz marcó un hito en la historia de la movilidad al patentar el primer automóvil impulsado por un motor de gasolina. A pesar de las constantes dificultades económicas que enfrentaban él y su esposa Bertha, Benz logró transformar una visión en una realidad revolucionaria.
Karl Benz – Fuente
Desde 1878, Karl Benz había trabajado arduamente en desarrollar un motor de gasolina de dos tiempos que fuera fiable y eficiente. Finalmente, culminó su diseño el 31 de diciembre de 1879, y ese avance le permitió obtener la patente que sería el punto de partida de la industria automotriz.
La genialidad de Benz no se limitó a este logro. A lo largo de su carrera, registró importantes innovaciones que sentaron las bases de los vehículos modernos, como el sistema de regulación de velocidad, el encendido mediante chispas con batería, la bujía, el carburador, el embrague, la palanca de cambios y el radiador de agua.
Tiempo después, Karl Benz fundaría la icónica compañía Mercedes-Benz, que se convertiría en un símbolo de ingeniería, lujo y excelencia automotriz. Su legado no solo impulsó la creación del automóvil moderno, sino que también cambió para siempre la forma en que las personas se desplazaban y conectaban con el mundo.
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