Tal día como hoy, 24, la Comisión Europea impuso a Microsoft una histórica multa de 497 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de sistemas operativos.
Esta sanción, que fue una de las más elevadas jamás impuestas por la Comisión, se produjo tras una larga investigación que demostró que la compañía estadounidense había infringido las normas de competencia de la Unión Europea al vincular su reproductor multimedia Windows Media Player a su sistema operativo Windows, lo que perjudicaba a otros competidores.
Además de la multa, la Comisión Europea exigió a Microsoft que ofreciera una versión de Windows sin el reproductor multimedia integrado y que compartiera información sobre la interoperabilidad de sus productos con sus rivales para fomentar la competencia. La decisión fue un hito en la lucha de las autoridades regulatorias contra las prácticas anticompetitivas en el sector tecnológico, y sentó un precedente importante en la defensa de la libre competencia y la innovación en el ámbito digital.