El 8 de agosto de 1876, Thomas Edison recibió la patente por el mimeógrafo, máquina que permitía realizar múltiples copias de un texto original. La máquina funcionaba como una máquina de coser. Se construía una plantilla con una especie de bolígrafo-perforador eléctrico. Este hacía las plantillas a través de las cuales luego se presionaría la tinta en una página nueva a través de los agujeros perforados. La tecnología se hizo popular en colegios y librerías a principios del siglo 20. Jóvenes escritores y emprendedores podían ahora imprimir sus obras con facilidad. El mimeógrafo se operaba en sus inicios con una manivela pero fue perfeccionándose, añadiendo un motor eléctrico al tambor posteriormente, que simplificaría la tarea de copiado considerablemente.
Mimeógrafo moderno – Fuente
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