Pocos podrían entender en 1995, el concepto de una tarifa plana para utilizar Internet y mucho menos pensar en la existencia de una tarifa plana móvil para el mismo propósito.
La década de los 90 supuso el despunte de Internet en la mayoría de países de occidente y la era en la que muchos conocimos por primera vez lo que era navegar por la red de redes.
Aunque internet era accesible en España y usada por universidades y organizaciones a principios de los 90, el lanzamiento del portal Infovía en 1995 por parte de Telefónica fue lo que acercó al público a la red de redes. A finales de este año, varios proveedores comerciales ya ofrecían en España internet al que se podía acceder a través de una línea telefónica convencional.
Desde este mismo momento y sin saberlo, las operadoras de telefonía tendrían en sus manos una futura zanahoria que podrían poner delante de las narices de sus clientes durante años. Desde ese momento, las proveedoras de Internet o ISP tendría la oportunidad de especular eternamente con un servicio a su antojo, ofreciendo más datos y más ancho de banda a cambio de pagar más. Mientras tanto, a los usuarios se les engañaría durante 2 décadas con un futuro prometedor, que nunca llegaría del todo.
La llegada de internet a los hogares españoles
Los primeros años tras la llegada de infovía a España, supuso el primer boom de Internet en España. La principal operadora española, Telefónica sabía que tenía entre manos una nueva gallina de los huevos de oro. En 1998 anunció bajadas de precio en las llamadas interprovinciales e internacionales pero un incremento de más de un 100% en las llamadas locales. ¿Cómo no? Las llamadas locales eran las utilizadas para conectarse a Internet.
Era el principio de una revolución digital y las operadoras aún no sabían manejarse en un espacio comercial totalmente nuevo para ellos. El anuncio del llamado «re-equilibrio tarifario», a pesar de lo capcioso del nombre, supondría un efecto rebote no deseado para Telefónica. Provocó una reacción entre los usuarios y medios de comunicación sin precedentes. Se sucedieron una serie de huelgas y manifestaciones en multitud de países de Europa para reivindicar una tarifa plana universal.
Primera Tarifa Plana, primeros abusos
La asociación de internautas, fundada en 1998, había liderado multitud de campañas informativas bajo la plataforma Tarifa Plana 1 año antes y sería uno de los principales responsables de incrementar la presión sobre Telefónica y gobierno en aquellos años. Gracias a la Asociación de Internautas y la presión de más de 3 millones de usuarios que se conectaban a la red en 1998, se conseguiría un mayor compromiso e implicación por parte de la comunidad de usuarios.
En 1999, se acabaría aprobando en el congreso la tarifa plana y en el año 2000 aparecería por fin una primera tarifa plana sobre ADSL ofrecida por telefónica aunque a un precio abusivo de 9.300 pesetas (55€). Sería el principio de una nueva era evolucionando hasta las conexiones simétricas de 300Gb y operadoras low cost que conocemos hoy. Sin embargo, han supuesto 2 décadas de abusos y atropellos al consumidor. La década del 2000 vería como operadoras de cable como ONO ofrecían tarifas planas «falsas» con velocidades más altas que el ADSL pero limitadas a 750MB al mes de descarga. Las operadoras comenzaban a comprender cómo exprimir y especular con un producto en un mercado que estaba aún en su etapa inicial.
Internet en el teléfono Móvil
En 1996, Nokia lanzó lo que podría considerarse como el primer teléfono con acceso a Internet pero en aquel entonces, conectarse a internet era algo prácticamente inaccesible para cualquier mortal debido al altísimo precio de los operadores. En cualquier caso, este teléfono tenía la capacidad de enviar y recibir email o fax utilizando su modem GSM incorporado. Los 90 era la década de la primera generación digital de redes celulares, conocida hoy como red de segunda generación 2G.
A diferencia del servicio de Internet sobre líneas de telefonía fijas, con la telefonía móvil nunca se planteó un órdago a las operadoras como en la época de la reivindicación de la tarifa plana universal. La tarifa plana sobre líneas fijas podía vincularse a la idea del derecho universal a un acceso a Internet digno. Sin embargo, el acceso a Internet de forma móvil se ha ligado siempre a un bien de lujo y redundante. La propia naturaleza del móvil y manera de conectarse a Internet jugaba a favor de que el público en general aceptara y consintiera tarifas escandalosamente altas por un consumo de datos mínimo sin posibilidad de que existiera jamás una tarifa plana móvil.
Nuevas redes, mismas prestaciones
En 2004, estrenaría la red 3G en España y las operadoras comenzarían rápidamente a anunciar las ventajas de esta tecnología. Los anuncios de la época nos vendían una velocidad 5 veces mayor que la red 2G. Las videollamadas o la posibilidad de ver la tele desde el móvil formaban parte de la oferta publicitaria y aquí comenzaba la mayor tomadura de pelo y consiguiente estafa encubierta de los proveedores de internet. La banda ancha móvil se anunciaría siempre a partir de aquel entonces bajo la premisa de poder ver todo tipo de contenido desde el móvil, ya fuera un partido de fútbol o película. Sin embargo la transferencia de datos mensual en la mayoría de casos solo permitiría ver el equivalente a 1 partido o 2 de fútbol al mes antes de fundirte los datos de la tarifa.
Las tarifas de datos se convertirían hasta el día de hoy en la mejor arma secreta de las operadoras de telefonía con la que poder especular durante más de una década.
Evolución de la tarifa de datos
Vodafone España lanzó una llamada «tarifa plana» de datos móviles en 2005 con la que disfrutar de 1GB de datos por 59€ al mes. El tráfico adicional se facturaría 0,25 euros/MB. Hoy, 14 años después, la media entre las distintas tarifas de datos ofrecidas entre Movistar, Vodafone, Orange o Yoigo ronda los 10GB de datos al mes.
Si utilizamos este dato para realizar una comparación rápida entre la evolución de la velocidad de conexión y la transferencia mensual ofrecida obtenemos los siguientes datos:
- Velocidad media aproximada de la banda ancha con 3G en 2005: Hasta 384 Kbps (0,37 Mbps) con Vodafone en el mejor de los casos.
- Velocidad media aproximada de la banda ancha con 4G en 2019: Hasta 100 Mbps de velocidad con Vodafone/Movistar en el mejor de los casos.
Las velocidades de conexión de telefónia móvil se han incrementado en más de un 26000%
- Tarifa de datos de Vodafone en 2005: 1GB/mes.
- Tarifa de datos media entre Vodafone, Movistar y Orange a principios de 2019 *: 10 GB/mes
En comparación a las velocidades de conexión de telefonía móvil, las tarifas de datos han mejorado en 900%. Este hecho nos hace creer que se ha creado de manera intencionada, un desequilibrio entre transferencia de datos y velocidad de conexión con el único objetivo de especular y hacer que el usuario pague más por menos.
4G, Más de lo mismo
El paso de la banda ancha móvil 3G sobre UMTS a 4G LTE sería probablemente la evolución más irrelevante en la historia de la banda ancha móvil y el mejor ejemplo de la estafa encubierta que está suponiendo en muchos casos la utilización de los nombres comerciales de la tecnología de banda ancha empleada en cada generación: 3G, 4G, 5G. El paso del 3G a 4G en muchos casos, no vino acompañado de una subida automática de transferencia de datos mensual.
Poco antes de implantarse 4G a escala nacional, realicé una prueba de velocidad con el speed test de ookla desde mi viejo Nexus 4, obteniendo una bajada de más de 25 Mbps y una subida de más de 10 con una red 3G. Hoy, varios años después, Vodafone está ofreciendo con 4G, una tarifa de datos llamada «ilimitable» sobre una oferta básica de 2Mbps de velocidad, la velocidad más baja que ofrece 3G.
3G, 4G y 5G son nombres comerciales ingeniosos elaborados para poder prolongar la eventual llegada de una tarifa plana móvil que debió llegar hace unos años. Mientras las operadoras nublan las mentes del usuario ofreciendo redes y velocidades de mayores prestaciones, siguen ofreciendo las misma transferencia mensual de datos a pesar de producirse saltos generacionales.
La tarifa plana móvil inimitable de Vodafone
Hace 1 mes, el 14 de Abril de 2019, Vodafone lanzó la supuesta primera tarifa plana móvil de la historia en España. Bajo el nombre comercial de «Inimitables», Vodafone pasó a comercializar 3 tarifas de datos «ilimitadas» con velocidades desde los 2Mbps en su modalidad más básica. De nuevo, podíamos ver como una compañía ajustaba a la baja las características de su red para poder especular con el servicio.
Al poco tiempo de ponerse en marcha el servicio, multitud de usuarios informaron en redes sociales de que existía un límite de datos de 400GB y que habían sido avisados vía SMS por Vodafone de haber «abusado» de la tarifa móvil ilimitada.
A raíz de dichas quejas, Vodafone comunicó a varios medios lo siguiente:
“Las tarifas ilimitadas de Vodafone no tienen límite. Vodafone vela para que no se realicen usos abusivos o fraudulentos que pudieran perjudicar el acceso a la red por parte de otros usuarios. Los usos ilícitos para los que estas tarifas no están diseñados son entre otros: aplicaciones de vigilancia con vídeo, foto, voz o cámaras web, conexiones “máquina-a-máquina”, etc….”
Una vez más, una de las compañías principales de telefonía de España, había hecho un alarde de publicidad engañosa ocultando la letra pequeña de su servicio sin ningún tipo de reparo.
Conclusión
Cuesta creer que en la era del IOT (Internet de las cosas), no se pueda utilizar una tarifa plana ilimitada de datos para la videovigilancia. Vodafone es una de las compañías que continuamente asocia el concepto al próximo estándar de conectividad móvil, 5G. 400GB de datos móviles al mes sería una buena cifra como tarifa de datos estándar aunque se tuviera que pagar lo mismo por ella que con la tarifa llamada ilimitada. Sin embargo, si tenemos en cuenta que 24 horas de streaming de Netflix en HD me consumiría unos 100GB aproximados, no parece muy honesto y transparente llamar «ilimitada» a una tarifa que proporciona 400GB, pese a que pueda satisfacer a la mayoría de usuarios.
Teniendo en cuenta que se ha capado la velocidad de 100Mbps a 2Mbps para elaborar una tarifa básica «ilimitada», que no lo es; tenemos una prueba palpable de que las operadoras de telefonía especulan con el servicio de manera indigna e inmoral. La eterna promesa de la tarifa plana móvil, es la zanahoria que los proveedores de telecomunicaciones ponen delante del usuario con cada salto generacional. Del 2G al 4G, con cada salto generacional, hemos seguido teniendo la misma incapacidad de visualizar una película, partido o contenido cualquiera de vídeo, sin estar preocupado por los datos que consumimos. En 2019, para la mayoría de usuarios, sigue siendo impensable utilizar Youtube o Netflix de manera normal desde sus móviles cuando salen de su hogar.
Por el momento, lo que nos ofrece el presente, no es otra cosa que la estafa de una tarifa plana móvil inexistente y promesas de más G inútiles.
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Es el absurdo. La tomadura de pelo o como se quiera llamar. Limitar a 2Mbps de velocidad no es serio.
¿Para qué el 5G si vas a velocidades menores que 3g? (3g sólo es más lento en su primera versión UMTS pero lo supera en todas las demás versiones. Hay 6 versiones de 3g más rapidas y la versión más rápida de 3g llega a los 168.4Mbps!!)
Salvo tal vez para jugar a juegos online, con la baja latencia que ofrece, no tiene sentido el 5g con la tarifa ilimitada de Vodafone.
Llamar a 400 gigas tarifa plana ilimitada es no decir la verdad.
Por un lado hay que reconocer que es un avance por parte de Vodafone pero se queda en un quiero y no puedo o más bien en un puedo y no quiero.
Es un avance que espero vaya mejorando con la competencia. No obstante, los avances van demasiado lentos en cuanto al precio de los servicios y sus limitaciones, no tanto en cuanto a la tecnología de la red que ahí no estamos mal posicionados.
Por otra parte, nunca se comenta pero con las conexiones móviles actualmente (con el 5g no lo se), no se puede hacer de servidor de muchas cosas ya que no tienes un router con el que abrir puertos etc.
Por ejemplo, no serviría para muchos negocios o empresas que quieran servir ciertos servicios de forma interna o externa.